Hoy quiero hablar sobre este tema que es muy recurrente en
mi vida, y en el de muchos conocidos, que al igual que yo, son autónomos.
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¿autónomo...? |
En mi opinión, la gente que no es autónoma o que no tiene
una relación directa con éstos, tiene una idea deformada de lo que es ser
autónomo y por ende, del estilo de vida que llevamos.
No me voy a centrar en temas de facturación, que si cobramos
en A o en B, no, voy a ir directamente al concepto que percibo que la gente
tiene de mí.
Cuantas veces he me han dicho eso de:
- ¿y tus vacaciones?, ah bueno, tú te coges libre cuando
quieres…
- o lo de: ah, ¿pero tu madrugas? Como eres autónomo, vosotros hacéis lo que queréis…
Sin incurrir en el desprecio que a veces suponen estas
afirmaciones que muchas veces atacan al trabajo personal, a esto es a lo que me refiero con el desconocimiento que la gente
tiene sobre nosotros.
Yo siempre trato de explicar que mi concepto de ser autónomo
pasa porque el día que “no salgo a la calle” yo no cobro. Es cierto que no
tengo que rendir cuentas ante un jefe, pero si tengo que hacerlo ante mis
clientes, quienes son mis jefes, y a los que además de hacerles el trabajo que
me demandan, tengo que cuidarles haciendo labor comercial, que llega a ser lo
más importante de todo.
En mi opinión tener un cliente y llevar el trato
directamente con él es mucho más complicado que realizar un trabajo, siendo un
tercero, para alguien que le ha encargado un trabajo a alguien para el que tú
trabajas.
En mi caso, si el cliente queda desconforme es casi seguro
que no vuelva a encargarme nada, e incluso es probable que se empecine en que
no he cumplido con mi trabajo y no quiera pagarme, y si ese cliente no me paga,
a mí a final de mes no me va a aparecer el dinero en cuenta por arte de magia.
La anécdota.
Os voy a contar que me ha llevado a escribir esta entrada, acordarme de esta situación.
Recuerdo un cumpleaños de una amiga de mi chica en el que
estuvimos (el de “la carpetera”, ella lo entenderá…), donde coincidí con una
chica que era arquitecta y que trabajaba en estudio. Estaba encantada con su
vida de, cito literal: “yo voy, echo mis horas y me piro, luego a fin de mes
pongo la mano", según ella su nivel de responsabilidad era 0. Han cambiado mucho
los tiempos a cuando yo trabajé en estudio, donde cada uno era responsable de
su trabajo, aunque no lo firmara, y si tu trabajo estaba mal era culpa tuya.
Pero lo que más me llamó la atención fue que siendo ella
arquitecta tenía la misma idea de los autónomos que mucha gente. Pensaba que yo
el día que quería me levantaba de la cama y trabajaba, que los clientes
llamaban a mi puerta, el pack completo.
Me parece increíble que pensara así, ¿acaso no tiene amigos autónomos?.
Alguna ventajas debe tener...
Personalmente me gusta ser autónomo, pero creo que para
serlo hay que valer y saber
organizarse, yo en casa lo he visto toda la vida, así que se de que va el tema.
Creo que es una opción para personas que son muy activas y
que les gusta moverse. Echando la vista atrás recuerdo cuando estaba en
estudio y si me dan a elegir prefiero esto, cierto es que me paso la vida
delante del ordenador sentado en una silla igual que antes, pero creo que me
enriquece el hecho de tratar directamente con clientes y no limitarme a recibir
instrucciones.
Otra cosa es que no todo el mundo puede vivir sin la certeza
de que a final de mes tendrá un ingreso en cuenta final de mes, y que al
levantarse por la mañana no vas a la oficina, sino que vas a la calle, y
creedme que “hacer la calle” es muy duro.
¿Y tú...?
Me pregunto cúal es tú situación, si trabajas por cuenta propia o por cuenta ajena, si te gusta más una cosa u otra, y si sacas partido de cada una de ellas...cuéntame!!!
Gracias.
Ricky.
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