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Subidas y bajadas. |
En una profesión como la nuestra,
y más si eres autónomo es inevitable que el volumen de trabajo se vea sometido
a subidas y bajadas, un mes tienes un pico y no das a basto y al siguiente
estas casi de brazos cruzados.
Desde mi experiencia personal hay
dos periodos en el año en los que este factor puede observarse perfectamente,
coincide con los periodos vacacionales, en verano y en navidad. Ya sea porque
la gente está pensando en las vacaciones y a ellas dedica el efectivo que tiene
o porque simplemente el cerebro se pone en OFF, el caso es que los encargos,
solicitudes de presupuestos, etc se paran.
En el fondo es comprensible, pero
para las profesiones que dependen directamente de que haya un movimiento
sostenido en el mercado de trabajo es bastante dañino y porque no decirlo, a
veces desesperante.
Voy a poner un ejemplo y me voy a
remontar a hace un año.
Navidades de 2013-2014, llegó diciembre
y como es normal todo comenzó a ir a un ritmo más lento, las cosas que estaban
en marcha de repente dejaron de correr tanta prisa, y si en un mes te pedían
varios presupuestos o te hacían consultas sobre algún local pues paró de golpe.
El caso es que pasaron las
navidades y nos plantamos en la cuesta de enero, nunca mejor dicho, porque la
tendencia fue la misma, parón total, no se movía nada el tema, simplemente
acabar las cosas que se habían quedado pendientes de antes de final de año y
ya. Acaba enero, nos plantamos en febrero y sigue la misma tendencia aunque
poco a poco parece que empieza la cosa a despertar; bien, pues no fue hasta
mediados-finales de febrero que parece que la cosa despegó de nuevo y se fue
retomando un ritmo normal como el del año anterior.
Y hasta que arranca el tema de nuevo
y no hace más que pasar el tiempo y la cosa no se mueve, pero los gastos siguen
siendo los mismos, y siguen pasando las horas de oficina en que estás de brazos
cruzados te llega la desesperación.
A mí personalmente este tema me
come, me comen las horas en las que estoy delante del PC repasando cosas pero
sin producir nada nuevo porque es que no tienes nada entre manos!!!. Se me va
la cabeza y empiezo a no ver el final de la situación, de si la tendencia
durará más de lo normal o arrancará el trabajo de nuevo. Pero en el fondo y
aunque no lo parezca por mis palabras trato de ser positivo y no alimentar los
pensamientos negativos porque es la pescadilla que se muerde la cola. Como
estás negativo te hundes más en el pozo, y como sigues pensando cosas negativas
retroalimentas esa situación.
¿Qué hago entonces?
Pues aunque soy una persona
ordenada, en esas situaciones de parón trato de poner orden en el montón de las
cosas que siempre digo: “cuando tenga un rato lo ordeno”. Ordeno papeles, el
servidor, escaneo cosas para archivarlas…
Otra cosa que me parece muy útil
es que busco y actualizo normativas por si hubieran sido derogadas o
actualizadas, que pasa mucho, y cuando estás hasta arriba no te paras a
pensarlo porque no sacas tiempo. Esto es fundamental, y aunque es en los parones
de trabajo cuando trato de poner más empeño en ello reconozco que hay que
hacerlo continuamente, porque crees que lo sabes y que lo estás haciendo todo
correcto en cuanto a normativas y de repente te puede saltar algún asunto porque
no estas actualizado.
Así que este año al llegar
diciembre se ha empezado a repetir la misma historia. Reconozco que el año
pasado fue mucho más serio el parón. Tengo que dar gracias a que este año hay
un encargo bastante importante que empezó a finales pero cuya obra no arranca
hasta enero, por lo que aunque a las malas solo hubiera eso me mantendría
ocupado, sobre todo la mente que es lo que peor jugadas te gasta.
Otro dato que quiero añadir, más
por curiosidad que por otra cosa, es referente al tema de los presupuestos que
pide la gente a finales de año. No sé si es porque se lo gastan todo en
navidades pero muchos de los presupuestos que se piden a final de año se quedan
en eso, en presupuestos.
Vale, es imposible tener una
efectividad del 100% de los presupuestos que se dan, ojalá…pero sí que noto que
los que se piden hacia finales de año es más fácil que caigan en saco roto. ¿Vosotros
sabéis el por qué? Yo ni idea…
Por último me voy a permitir hacer
un pequeño balance de lo que ha sido este año que termina.
Como he contado al principio el
año empezó perezoso y un poco desesperante, pero luego ha ido cogiendo ritmo y
en general ha sido muy intenso, en cuanto a volumen de trabajo y algunos líos
que ha costado mucho resolver.
Allá por el mes de julio escribía
la siguiente entrada:
La verdad es que mediados de año
fue un pico muy importante de trabajo en cuanto a volumen, de hecho las
vacaciones de verano me las pasé con el teléfono en la mano resolviendo temas
incluso tirado en la playa, si de esa no me echaron de casa…
Pero como hay que ser positivo y
de todo se aprende diré que este año aunque intenso considero que ha sido el de
mi consagración en el tema al que me dedico ahora.
He ampliado muchísimo mis
conocimientos en el tema de normativas específicas para ciertos
establecimientos, las que ya conocía las conozco aún mejor, mi trato con los
clientes ha mejorado, sobre todo a la hora de la captación.
Finalmente el tema contactos, no
solo he mantenido el contacto con ciertos que clientes que han seguido contando
conmigo, sino que he hecho muchos nuevos e incluso he conseguido que me busquen
y llamen a mi puerta para hacerme consultas y encargos porque alguien le ha
dicho que conoce que sabe que le dijeron que yo sabía del tema.
Para mí esto último NO TIENE
PRECIO.
El año que viene os prometo más y
mejor contenido para el blog, gracias por leerme.
Felices Fiestas a todos!!!
Ricky.
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